Thinking science: new phenomenological avenues

 Abdel Hernandez san Juan

Pensando Ciencia


Nuevas Avenidas fenomenológicas entre filosofía y sociología


Obras Completas

Libro X











Obra Autoral individual/Escritos teóricos



  En este libro Abdel Hernandez San Juan propone y desarrolla su teoría propia sobre la Performatividad ubicándola como un acápite dentro de la epistemología, filosofía de las ciencias, en el discernimiento de las relaciones entre sujeto y objeto para el conocimiento asi como dentro de la sociología fenomenológica, es decir, situada en la pragmática del mundo de vida y el horizonte intramundano, elabora un reteorizacion filosófica propia sobre la génesis del concepto en la relacion entre sujeto y objeto definiéndolo como el mediador sensible de esta relacion  en el sentido en remitencia a la discusión clásica desde Kant y Hegel, articula una teoría sobre la relacion entre presencia y génesis fenomenológica del signo desenredando la madeja de la presencia hacia lo que define como la restauración de mundo en contrapunto crítico con Derrida, propone un ejemplo de como su teoría de la Performatividad trabaja en el ámbito del research empírico alrededor de la relacion entre turismo, restauración y habitad en la havana vieja y concluye con un ensayo sobre las relaciones entre el pensamiento, el ser y la escritura, que conecta la fenomenología de la génesis en el proceso de creación en la escritura con la sociología de la reproducción. Un libro de sociología fenomenológica y filosofía de las ciencias que concluye con un interesante dialogo con estudiantes de filosofía cubanos, estudiantes de arte e individualidades en la cultura.

 Abdel Hernandez San Juan, teórico, pensador y escritor emigra a estados unidos Texas en mil novecientos noventa y ocho luego de siete años como emigrante en Venezuela desenvolviéndose en estados unidos con su pensamiento teórico y como escritor en el campo de las ciencias sociales. Originalmente artista conceptual, deja el arte para siempre en mil novecientos noventa –con algunas muy esporádicas excepciones colaborativas—para dedicarse desde entonces a sus dos tipos de literatura como escritor, sus obras autorales individuales—libros de pensamiento y creación autoral, y su crítica de arte, textos sobre la obra de otros.












Escuela libre de estudios avanzados en ciencias duras

Pensamiento occidental


Información del libro

Autor: Abdel Hernandez San Juan

Título: El Concepto Sensible: Nuevas avenidas fenomenológicas entre filosofía y sociología

Tipo de obra: Literaria de ensayos teóricos, libro

Destinatario: lectores de obras literarias de pensamiento teórico, librerías, bibliotecas

Medidas para impresiones encuadernadas e impresas: 22.5 cm x 15 cm

Número de páginas: 200, Reproducción: de 1 a 5000 ejemplares

Impresión de conservación y conferencias: 21.59 cm x 27.54 cm































Indice


La Iteración de la cultura. Por Abdel Hernandez san Juan

Epistemología, research de Performatividad y teoría cultural. Por Abdel Hernandez san Juan

El Concepto Sensible: La Mediación entre el Sujeto y el Objeto. Por Abdel Hernandez san Juan

La Restauración de Mundo: Presencia y Génesis Fenomenológica del Signo. Por Abdel Hernandez San Juan

Las Bisagras del Self y lo simbólico. Por Abdel Hernandez San Juan

La Dialectica de la evocacion. Por Abdel Hernandez San Juan






























    La espacialidad pura se determina al negar propiamente la indeterminación que la constituye, es decir, negándose a sí misma. Negándose a sí misma, esta negación debe ser una negación determinada, negación del espacio por el espacio. La primera negación espacial del espacio es el punto. El punto es ese espacio que no ocupa espacio, ese lugar que no tiene lugar, suprime y remplaza el lugar, ocupa el lugar del espacio que niega y conserva. Niega espacialmente al espacio. Es su primera determinación. En tanto que primera determinación y primera negación del espacio, el punto espacializa o se espacia. Se niega a si mismo al ponerse en contacto consigo, es decir, con otro punto. La negación de la negación, la negación de la negación espacial del punto es la línea. El punto se niega y se retiene, se extiende y se sostiene, se releva en la línea que constituye su verdad. Pero la negación es en segundo lugar negación del espacio, es decir, que es espacial, en tanto que por esencia es esta relacion, es decir en tanto que se retiene al suprimirse, el punto es la línea, el primer ser otro, es decir, ser espacial del punto. Según el mismo proceso por negación de la negación la verdad de la línea es superficie pero la verdad del ser otro es negación de la negación. La línea se convierte entonces en superficie, que por una parte es una determinación con respecto a la línea y al punto, y por este hecho superficie en general, pero que por otro parte es la negación retenida suprimida del espacio y por ello mismo la restauración de la totalidad espacial, la cual posee en adelante en sí el momento negativo

   El espacio se ha convertido pues en concreto por haber retenido en si lo negativo. Se ha hecho espacio perdiéndose, determinándose, negando su pureza de origen, la indiferenciación y la exterioridad absolutas que la constituían en su espacialidad, E inversamente este movimiento de producción de la superficie como totalidad concreta del espacio es circular y reversible. Podemos demostrar en modo inverso que la línea no se compone de puntos puesto que está hecha de puntos negados, y que la superficie no se compone de líneas por la misma razón


Jacques Derrida





La iteración de la cultura


©Por Abdel Hernandez San Juan



       En un mundo de mercado libre generalizado y altamente pragmatizado como el que rige en circunstancias neoliberales de economía las lógicas del marketing, los nichos de mercado, el control de la calidad y toda la retórica del confort que se generalizo desde por lo menos la segunda mitad de los noventas en estados unidos y antes en la Suramérica capitalista neoliberal de los tempranos noventas, la idea de trueque y transacciones económicas que tiende a regir las contingencias prácticas, mientras ha sido tendiente a generalizar la heterogeneizacion irreductible, el pluralismo y polisemia ilimitadas en el ámbito de la elucidación de sentidos y la interpretación de la cultura entendida como una amalgama semántica de significados y ha estimulado la imaginación de un regreso a los sitios, también ha, simultáneamente, generado lo inverso.

       Al carácter cada vez más proferido de las audiencias específicas, espacializadamente puntual en que se efectúan los intercambios con las audiencias, los públicos, los compradores y los coleccionistas, que rigió durante no menos de dos décadas una nostalgia por los site específics, le ha acompañado su contrario, la incesante e incontrolada iteración de la cultura

      Este concepto de iteración inicialmente desarrollado por Derrida en sus análisis comparativos sobre el habla y la escritura se refiere al hecho de que, mientras el habla es usualmente contextual a una situación de discurso entre hablantes auto centrados en sus intenciones expresivas y oyentes ligados a esas intenciones por medio de contra enunciaciones, la escritura, en su contrario se desarrolla en la soledad sin audiencia de la inscripcion sobre la página donde el lector está siempre presupuesto pero ausente.

    A esta desconexión entre la escritura y el habla, que lanza a la segunda hacia un espacio de envío, el hecho de que la escritura puede ser enviada, transportada, repetida, reproducida, sin ligadura ya a audiencia alguna, la llamaba iteración. 

    Aunque la cuestión de iter como concepto en el lugar de o como definición de escritura, se remite a la inscripcion es obvio que tiene una consecuencia más allá de la diatriba escritural hacia los ámbitos generales de la cultura toda vez que por unos motivos u otros hablamos de audiencias proferidas o supuestas pero ausentes de una presencia, un tema que conduce al análisis de las diferencias entre polisemia y diseminación en la cultura. 

   Pero a grandes rasgos esta iteración repercute en una analítica sobre la simultaneidad de génesis contrarias que han venido dándose como consecuencia de las nuevas velocidades y las complejidades de este mundo a que recién me he referido el cual a falta de otra palabra podríamos llamar sino nuevo al menos si un mundo reciente y contingente–es preciso recordar que en 1996 aun el internet no se había generalizado y aunque la cultura del marketing tenía ya más una década de auge, era aun relativamente reciente. 

   La simultaneidad de génesis contrarias, ha caído pues fuera del alcance de nuestras objetivaciones lanzando nuestras subjetividades en direcciones antinómicas en su propia hilaridad lo cual requiere una cierta dosis de psicoanálisis dentro de la teoría cultural. 

    El punto en cuestión radica en que nuestras otrora ideas de socioculturalidad contemporánea vistas desde el reimpuso ultramodernizador y neotecnologico de mediado de los noventas nos resultan hoy tribales no menos rápidamente que los efectos que nos genera considerar como viejos en las casas de antigüedades artefactos ya en extinción considerados vigentes no hace dos décadas los cuales creíamos poder remplazar por una nueva libido de los sitios. Ello viene aunado paradójicamente—y aunque no reparásemos en ello--con una cada vez mayor iteración de las audiencias que tiene paradójicamente un efecto de regeneración sociocultural. 

   Esta socioculturalidad es sin embargo, nueva, muy distinta a nuestras otrora ideas de socioculturalidad y requiere el análisis de la iteración de la cultura. 


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